¿Cómo suena un velero? La prueba de percusión


SI NOS DAMOS UNA VUELTA POR UN VARADERO no tardaremos en oír el tap, tap, tap típico de una prueba de percusión. Se trata esta de una técnica de inspección no destructiva (aparte de alguna pérdida localizada de pintura si se nos va la mano) que se emplea principalmente en el examen del casco y de la cubierta de una embarcación.

Su objetivo es determinar la condición de los laminados de fibra de vidrio, y ver si en algún punto se han separado; o hablando con propiedad, deslaminado. Muchas de las cosas que se encuentran al realizar la prueba de percusión son problemas de escasa importancia, como los vacíos.

Los vacíos son burbujas de aire atrapadas justo debajo del gelcoat. Los identificaremos por el tono más alto con que responden cuando se golpea sobre ellos en comparación con la zona del casco que los circunda, que da un sonido más sordo. Un vacío también suena distinto que una cavidad producto de la hidrólisis, porque mientras el vacío está hueco la última está llena de líquido. Los vacíos son un problema estético y una molestia de vez en cuando (por ejemplo, si se pierde la pintura que los cubre y hay que repararlos para que no quede el casco expuesto) pero rara vez suponen un problema estructural.

En el primer minuto del siguiente vídeo se muestra uno de estos vacíos:

La prueba de percusión se puede hacer prácticamente con cualquier cosa. Dependiendo del material y del grosor del componente que está siendo analizando se pueden usar las uñas, el canto de una moneda, el mango de un destornillador o, por supuesto, la herramienta preferida por el comité de científicos que nos asesora: el martillo.

Los martillos pueden ser de bronce, acero, plástico o cualquier material duro que proporcione un informe audible de lo que se está inspeccionando. Los metálicos son los que ofrecen una diferencia más clara de sonido, que es lo que se está buscando con esta prueba, pero es probable que nos pongan reparos a su uso porque pueden dañar la pintura y dejar marcas en el casco. Si decidimos tirar la casa por la ventana y hacernos con uno tan bien pensado como el de la foto, lo mejor es empezar con la cabeza de nylon y si encontramos una zona sospechosa pasar a la metálica.

En el siguiente vídeo puede verse cómo se practica esta prueba en el espejo de popa de una embarcación. El vídeo no está bien grabado, pero permite percibir claramente la diferencia de sonido entre las zonas sanas (seco y sonoro, con cierta reverberación) y las dañadas (apagado). Además, fijémonos en cómo rebota el martillo en las zonas sanas y cómo no lo hace en las zonas en mal estado:

Y aquí un señor haciendo lo mismo:

Si bien la prueba de percusión es un excelente recurso, es solo una más de las muchas técnicas no destructivas que se utilizan al examinar un barco y que vamos desglosando en las distintas entradas de nuestra guía de revisión.

Finalmente, Para detectar problemas de hidrólisis, también se pueden usar medidores de humedad, pero no hay que dejarse impresionar por ellos ni por sus lecturas, que hay que saber interpretar y en las que puede haber mucho gato encerrado

REVISIÓN DE UN VELERO DE OCASIÓN: GUÍA COMPLETA

  1. Comprar un velero de ocasión: ¿dónde nos estamos metiendo?
  2. Por qué optar por un barco de fibra de vidrio
  3. El casco
  4. La cubierta
  5. La jarcia firme y el palo
  6. Las velas
  7. El interior
  8. Fontanería y sistema eléctrico
  9. El motor
  10. El perito naval

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