A LO LARGO DE LA HISTORIA DE LA NAVEGACIÓN, la elección de los colores para las embarcaciones ha sido un tema de consideración constante. Aunque en la actualidad es común encontrar barcos de todo tipo de colores, es innegable que el blanco y el azul han dominado el mundo de las embarcaciones de recreo. En esta entrada exploraremos las razones detrás de esta preferencia y también examinaremos otras opciones que pueden ser igualmente válidas y atractivas.
Las supersticiones sobre los colores del mar demuestran la persistencia de tradiciones marítimas
Blanco: la elección clásica
El blanco ha sido durante mucho tiempo el color por excelencia para pintar los cascos, y por buenas razones. Su principal ventaja es su capacidad para disimular defectos en la pintura o en el acabado del gelcoat, algo particularmente importante en embarcaciones que están constantemente expuestas a las inclemencias del tiempo y al agua salada, ya que los defectos pueden acumularse con el tiempo. Además, refleja la luz del sol, lo que lo convierte en la elección más fresca y cómoda en climas cálidos. En el caso de un barco de madera, el blanco ayuda asimismo a mantener una temperatura más baja en su superficie y minimiza la cantidad de calor absorbido, lo que reduce, en cierto grado, la expansión y contracción de la madera.
Otro beneficio del blanco es su atractivo en el mercado de reventa. Cuando llega el momento de vender, una embarcación con un casco de color blanco suele tener ventaja. Los compradores a menudo lo prefieren cascos blancos por la sensación de limpieza y amplitud que transmiten.
Porque en el caso de tener que elegir entre tres barcos exactamente iguales, uno rojo, otro verde y otro blanco, ¿con cuál te quedarías?
Azul: otro clásico en el mar
El azul es otro color clásico para las embarcaciones; combinado con el blanco, da lugar a la estética náutica tradicional. Sin embargo, pintar un barco de azul no es solo una cuestión de estilo, sino también de simbolismo. El azul se asocia con el océano y el cielo, lo que puede evocar una conexión más profunda con el mar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los colores oscuros como el azul pueden magnificar los defectos en el casco y tienden a desvanecerse con el tiempo debido a la exposición al sol.
Explorando otras opciones
Aunque el blanco y el azul son las opciones más comunes, otros colores pueden ser igualmente atractivos y funcionales. Ciertos tonos de gris, beige, verde y amarillo han ganado popularidad en los últimos años, y ofrecen a los propietarios de embarcaciones una manera de destacar y expresar su estilo personal. Estos colores pueden ser menos propensos a resaltar los defectos y ofrecen una estética fresca y moderna. En cualquier caso, cabe recordar aquí que un marcado «estilo personal» será probablemente un obstáculo llegado el momento de vender el barco.
Supersticiones y mitos
Ya que esta entrada la dedicamos a esto, es interesante mencionar la superstición que advierte en contra de pintar una embarcación con los colores del mar, que se basa en una creencia antigua. Esta superstición sugiere que pintar un barco de color verde o azul puede ofender a los dioses o espíritus del mar y atraer su ira al considerar que el barco trata de usurpar su territorio al imitar sus colores. Como resultado, pueden castigarlo con mal tiempo, naufragios u otros desastres.
La superstición de evitar los colores del mar varía en su origen y difusión. Su origen no tiene una ubicación geográfica o cultural específica, sino que se ha manifestado en diversas formas en muchas partes del mundo. Diferentes culturas marítimas han desarrollado sus propias versiones de esta creencia a lo largo de los siglos, ya que el respeto por el mar y la búsqueda de protección son preocupaciones comunes entre los marineros de diferentes culturas.
En última instancia, por arcaica que nos parezca esta creencia, sirve como recordatorio de las tradiciones arraigadas en la cultura marítima. A pesar de los avances tecnológicos y científicos en la navegación, el respeto por el mar y sus misterios sigue siendo una parte importante de la mentalidad de los navegantes en todo el mundo.
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Conclusión
La elección del color es una decisión importante que va más allá de la estética. La funcionalidad, la durabilidad y las preferencias personales son aquí las claves. El blanco ha perdurado como una elección clásica debido a su capacidad para disimular defectos y su atractivo en el mercado de reventa. El azul, también clásico, evoca una conexión con el mar, pero puede desvanecerse con el tiempo. Otros colores, como el gris, el beige, el verde y el amarillo, ofrecen opciones modernas y atractivas, pero cabe recordar que un estilo personal marcado podría dificultar la venta.
Las supersticiones sobre los colores del mar demuestran la persistencia de las tradiciones marítimas, y nos recuerdan la importancia del respeto por el mar en la mentalidad de los navegantes.
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